Cómo ordenar la despensa con el método KonMari
foto: konmari.com
El sistema de orden KonMari me encanta. Sé que no es un método para todo el mundo, pero a mí personalmente me sirve en mi casa, y lo aplico con la mayoría de mis clientas. En este artículo te hago un resumen de sus consejos para ordenar la despensa que me parecen muy acertados. Seguir el orden que te propone y hacerte sus preguntas te ayudará a acabar más rápido y conseguir resultados duraderos. Todo ventajas, ¿no?
Descarta la comida caducada
Elimina de la despensa lo que sabes que no te vas a comer. Lo compraste pensando que sí, pero el tiempo te ha demostrado que no. Puedes darlo a una vecina o a un banco de alimentos. Puedes reutilizar comida caducada en buen estado, como la pasta, para hacer manualidades, y las bolsitas de té para aromatizar cajones.
Selecciona lo que está a punto de echarse a perder. Prepara una comida o cena con todo esto lo antes posible para salvarlo de la basura.
¿Disfrutarás cocinándolo?
Durante el despeje de comida, pregúntate si te encantará cocinar y comer este alimento, y si te acerca a tu estilo de vida ideal.
Además, revisa los suplementos de salud que compraste y no te estás tomando. Pregúntate si te hicieron el efecto que esperabas o si en realidad estarás mejor sin ellos. Si los guardas, colócalos en el sitio donde mejor te puedan ayudar.
Almacena la comida en vertical y por categorías
El objetivo de una despensa ordenada es la practicidad de poder verlo todo de un vistazo al abrir las puertas o cajones. Para esto, coloca en vertical la comida que puedas y ordénala por categorías: condimentos, alimentos secos, carbohidratos secos (pasta, arroz,...), conservas, dulce, pan y suplementos.
Marie Kondo nos aconseja colocar los alimentos en cestas conjuntadas para que la despensa quede más bonita.
Ordena la nevera, también
En este caso no hace falta que la vacíes completamente para ordenarla. Aunque puedes hacerlo, si quieres.
Agrupa las cosas pequeñas en recipientes transparentes para que la nevera se vea bien ordenada.
Deja el 30% del espacio de la nevera libre para permitir el movimiento y acostúmbrate a dejar cada cosa en el mismo sitio, así adoptarás el hábito enseguida.